En los últimos días los comerciantes de Rawson se reunieron con concejales y con el intendente de la ciudad Damián Biss con el objetivo de abordar la situación del sector y elevar el pedido de Emergencia Comercial para la actividad.
Pese a que existe una marcada desaceleración de la inflación, en los últimos meses se ha evidenciado un derrumbe de la demanda, con una caída de las ventas que impactó de una manera severa sobre las pymes y comercios locales.
En Rawson más de 120 locales se han relevado en el último mes con diferentes dificultades para hacer frente a las boletas de luz, luego del incremento sorpresivo y sin contemplaciones llevado a cabo por la mayorista de energía Cammesa.
Tal ha sido el golpe que muchos negocios se están replanteando inversiones y existen casos concretos de emprendedores y empresarios locales que ya tomaron la decisión de cerrar las persianas para no continuar acumulando deudas que a la postre se conviertan en una barrera de entrada para futuros negocios.
Lo peor del período de estanflación, con una combinación de caída del consumo y una inercia alta de inflación en los primeros meses del 2024 no parece haber pasado, pese a los pronósticos que marcan que a partir de abril los precios volverán a estar en un dígito.
El trimestre de abril, mayo y junio traerá aparejado nuevos incrementos en las tarifas del gas y no habrá ningún tipo de contemplación para el comercio zonal, que verá impactado su tarifa de todos los meses en casi 9 veces, en épocas además de bajas temperaturas donde se registrarán altos consumos.
Este escenario inédito hace indispensables medidas de sostenimiento para evitar un cierre masivo de comercios, que luego llevará años recomponerlo, ya que en muchos casos se trata del capital de toda la vida que empeñan las pymes familiares de la región.
Bajo ese contexto hoy se impone la declaración de emergencia para todo el sector comercial, industrial y turístico de Rawson, en aras de encontrar vías de financiamiento, facilidades de pago para el desendeudamiento y alivio fiscal frente a una presión impositiva generalizada que parte desde el Estado Nacional y llega a la esfera municipal.
La emergencia amerita que haya decisiones rápidas a través de las herramientas que pueda brindar el Concejo Deliberante y de esa forma evitar que se desencadene una crisis de la cual muchas empresas no tendrán retorno.
Dicho proceso debe tener un plazo razonable entendiendo que es necesario que la actividad se ponga en marcha, o al menos no continúe con la caída en picada que arrastra hace más de dos años.
Una vez superada la etapa más crítica, el aporte de las pymes como motor de la economía local permitirá que el proceso productivo se reacomode de forma genuina, ya sin la necesidad de una asistencia permanente.