Publicado el 30 de octubre del 2020

Municipio finalizó la obra de defensa costera y avanza con la recuperación histórica de Km. 5

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Desde la gestión de Juan Pablo Luque se decidió construir un frente
costero para frenar el impacto del mar y llevar tranquilidad a los
vecinos del barrio Usina que sufren el deterioro de sus viviendas con
cada marejada. En paralelo y con un plan ambicioso de infraestructura ya
en marcha, se busca la recuperación histórica, cultural y social de
Kilómetro 5, uno de los sectores más atractivos para la ciudad por su
majestuoso paisaje. “Estamos saldando la deuda pendiente que teníamos
con este sector”, afirmó el mandatario.

Con la idea de mejorar sustancialmente la zona costera a través de una
planificación urbana que permita poner a Comodoro Rivadavia de cara al
mar, desde el Municipio se avanza a paso firme con distintos frentes de
obra pública para dar respuestas concretas a los habitantes con
infraestructura acorde a sus necesidades y para el disfrute de todas las
familias.

En el caso del barrio Usina, uno de los sectores que nuclea la zona de
Kilómetro 5, se reconstruyó con fondos municipales el frente costero
para ganar 10 metros de calle y evitar la llegada repentina del mar a
las viviendas del lugar. A su vez, esto permitirá continuar con uno de
los proyectos más emblemáticos del gobierno local que contempla la unión
de la ex Usina hasta el Museo Ferroportuario a través de un paseo que
permita la actividad aeróbica y el disfrute de la costa comodorense.

Sin dejar de atender la emergencia sanitaria por COVID-19 en la ciudad,
el intendente Luque supervisó los trabajos en la zona de Km 5 durante
este viernes a primera hora, acompañado por el secretario de Obras
Públicas, Maximiliano López, e integrantes de su gabinete, además de la
referente vecinal de Presidente Ortiz, Lidia Moscoso y vecinos y vecinas
del sector.

Compromiso firme con la ciudadanía

En primera instancia, Juan Pablo Luque puso en relieve la obra del
frente costero para evitar nuevas inundaciones y destrozos de los
hogares construidos frente al mar, señalando que “tenemos que tratar de
proteger a estas familias que pasaban noches enteras sin dormir,
esperando ver hasta donde llegaba la ola en cada marejada. Era una deuda
pendiente desde la Municipalidad y por eso volcamos recursos económicos,
maquinaria y mano de obra local para poder lograr esta obra”.

Asimismo, indicó que “nos está ayudando la operadora PAE con los aportes
de materiales y estamos muy contentos porque vemos los trabajos y el
compromiso de cada obrero para que los habitantes de este sector se
sientan aliviados y estén tranquilos”.

La ciudad de cara al mar

Por otro lado, el intendente se refirió al proyecto del paseo costero y
recuperación del patrimonio histórico y cultural de la zona, expresando
que “cuando uno mira los alrededores de este lugar, es donde se puede
reafirmar la ciudad hermosa que tenemos, con un mar increíble y toda su
geografía alrededor, reflejan a la Patagonia en su máxima expresión”.

“Hemos iniciado, de forma paralela, los trabajos para poder restaurar
con una empresa local lo que es la pasarela y que quede protegido el
patrimonio de uno de los barrios más antiguos y pioneros de Comodoro
Rivadavia”, sostuvo y recordó que “todas estas intervenciones se sumarán
al proyecto de la ex Estación Ferroportuaria que restauraremos y que
formarán en su conjunto un paseo para todas las familias”.

Resguardo del sitio histórico

En concordancia, el secretario de Obras Públicas del Municipio indicó
que “el frente costero nos permitió ganar unos 10 metros de calle y
seguimos reclamándole a Provincia para el enrocado definitivo” y recalcó
que “la gente podrá estar más tranquila y nosotros podremos avanzar con
uno de los paseos costeros de la ciudad que ya vemos cómo la gente se
está apropiando y comienza a recorrer, mirando nuestras hermosas
playas”.

En cuanto a los espacios históricos, López aclaró que “en el caso de la
estación de bomba y pasarela se está trabajando lo que es el exterior,
está previsto su acondicionamiento y pintura, pero quedarán cerrados
porque después de más de 30 años de abandono, terminan siendo lugares
peligrosos para el público. La idea es que queden como un sitio
histórico y parte del patrimonio del lugar”.