"Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio", nos lo decía Serrat en uno de sus versos.

La esposa del extinto gobernador Mario Das Neves, ha expresado en un mensaje dirigido a la ciudadanía del Chubut, entre otros conceptos, que los "Judas que siempre existen...aprovechando la ausencia de Mario (Das Neves) por su tratamiento médico... abusaron de su confianza para sus oscuros fines...".

A poco de asumir su tercer mandato,  los problemas de salud de Mario Das Neves comenzaron a manifestarse y agravarse con el paso del tiempo, llegando el momento en que hubimos de plantear el tema, argumentando entonces que su estado de salud hacía al interés público, siendo inconveniente para el gobierno y la ciudadanía pasar por alto tamaña contingencia.

Sugeríamos con rigurosa sensatez, que se evaluara la posibilidad de que el mandatario tomara licencia a fin de abocarse plenamente a su restablecimiento, delegando la función en el vicegobernador, recibiendo en respuesta al planteo las más duras y agraviantes descalificaciones, tanto del propio gobernador como de su entorno político y de algunos sectores de la prensa obsecuente. Reafirmaban su repudio aduciendo que el funcionario se hallaba plenamente apto para su labor, y en consecuencia nuestra postura perseguía desestabilizar al gobierno.

Ahora, la señora esposa del ex gobernador expone abiertamente las razones por las cuales, para ella,  ocurrieron los hechos de corrupción que van saliendo a la luz, señalando lo mismo que dijéramos entonces, esto es, el estado de salud de Mario Das Neves, y sus ausencias.

Así, la verdad queda expuesta, pese a quien le pese, y a pesar de la abrumadora hipocresía que trató de ocultarla.

Esa ausencia del ex gobernador, aún estando presente físicamente, ha sido la causa del descalabro político en el seno mismo del poder, arrastrando a la provincia a una de sus mayores crisis.

Durante sus dos años de gestión, Das Neves no gobernó, bastando un solo hecho para dar cuenta de semejante afirmación: Muchos de los decretos del Poder Ejecutivo no llevan la firma auténtica del funcionario, siendo evidente la adulteración de su rúbrica, lo que podría poner en crisis la eficacia de los actos administrativos irregularmente consagrados.

Hay una responsabilidad política en cabeza de los funcionarios y su entorno, que forzaron la continuidad de un gobierno acéfalo, por las razones expuestas, y espero que la ciudadanía lo tenga muy presente.

Finalmente, y en relación a los hechos de corrupción que salen a la luz, me reservo mayores conclusiones en orden a la participación de funcionarios del gobierno, ya que conforme mi sereno parecer,  los ilícitos penales se extienden a operadores de mayor jerarquía política. Los sujetos ahora involucrados son ladrones de gallinero, pero la trama nos sitúa en la punta de un iceberg, que se ha desprendido de un glaciar.

Eduardo Conde

Presidente Bloque Cambiemos