Actualmente, la ordenanza vigente prohíbe la venta de este tipo de elementos, pero no penaliza su uso.
En 2017 Rada Tilly prohibió la venta de pirotecnia pero no su uso, por lo que el Municipio no tiene herramientas para impedir la detonación de estos elementos en el ejido de la localidad.“Es una norma que expresa buena voluntad, pero que no cumple con el objetivo que es eliminar el uso de pirotecnia en Rada Tilly, porque pueden usar lo que compran en cualquier otra localidad”, ilustró la concejal María Eugenia Spinassi.
La edil recordó que la ordenanza surgió con el fin de eliminar el impacto que las detonaciones de los elementos pirotécnicos tienen en las personas y animales, y que si bien prohibir la venta redujo su uso, le falta “una vuelta de tuerca más” para erradicarlas completamente.
“El uso de pirotecnia afecta de distinta formas a muchos sectores: a los ancianos, los bebés y sobre todo las personas que sufren Trastorno del Espectro Autista (TEA), y Trastorno Generalizado en Desarrollo (TGD), porque tienen una alta sensibilidad auditiva y estos sonidos les producen fuertes crisis y pueden llegar a autolesionarse”, señaló Spinassi.
Mencionó además cómo el ruido afecta a los animales y los químicos producen contaminación, junto con el riesgo de incendios en hogares o zonas descampadas.
Por esto, Spinassi presentó junto con su compañero del bloque del Partido Vecinal de Rada Tilly, Bruno English, un proyecto para introducir una modificación a la Ordenanza 2375/17 vigente que prohíbe la venta de pirotecnia y agregar el apartado que veda también su uso.
Así, no solo quedaría penada la fabricación, comercialización, depósito, venta al público mayorista o minorista para uso particular de cualquier tipo de producto de pirotecnia, la venta ambulante ocasional de los mismos y su utilización y establece una escala de multas, tanto para comercios como para usuarios particulares.